Desarrollo Embrionario
  7.- Desarrollo del Corazón
 

 

El corazón primitivo se forma en una región de herradura del mesodermo esplacnopleural localizado en el extremo cefálico del disco embrionario, denominada región cardiogénica. En respuesta a las señales del endodermo subyacente, los cordones angioblasticos en esta región coalecen hasta formar los dos tubos endocardios laterales. Los plegamientos cefálico y lateral del embrión a principipos de la cuarta semana provocan que estos tubos se coloquen en la línea media en la futura región torácica, donde se fusionan para formar un único tubo cardíaco primitivo.
Entre la quinta y octava semana, el tubo cardíaco primitivo sufre un proceso de giro, remodelación y tabicación que transforma su única luz en las cuatro cavidades definitivas del corazón, sentado, por tanto, la base para la separación de la circulación pulmonar y sistemática al nacimiento.
Al principio, del tubo cardíaco primitivo se originan una serie de prolongaciones y surcos amplios que lo subdividen en cavidades cardíacas primitivas. Comenzando por el extremo de entrada del flujo sanguíneo, éstas son las astas izquierda y derecha del seno venoso, la auricula primitiva, el ventrículo y el bulbo cardíaco. El extremo inferior de este último se diferencia después hacia el ventrículo derecho, mientras que el ventrículo primitivo da lugar a la mayor parte del ventrículo izquierdo. El extremo superior de bulbo cardíaco dara lugar al conus cordis y al tronco arterioso, que se dividen para originar las areas de salida del flujo sanguíneo en los dos ventrículos.
La sangre venosa al principio ingresa en las astas sinuales a través de dos venas simétricas, las venas cardinales comunes. Sin embargo, los cambios en el sistema venoso modifican rápidamente todo el retorno venoso sistémico hacia la derecha, de modo que la sangre de todo el organismo y del cordón umbilical ingresa en la futura aurícula derecha a través de las venas cavas superior e inferior en desarrollo. El asta sinusal izquierda se transforma en el seno coronario, que drena el miocardio. Mediante un proceso de invaginación se incorpora el asta sinusal derecha y los orificios de las venas cavas a la pared posterior de la futura aurícula derecha, desplazando la mitad derecha original de la aurícula media que se forma la aurícula derecha. Al mismo tiempo, de la futura aurícula izquierda brota una vena pulmonar, cuyo tronco se incorpora posteriormente mediante invaginación para dar lugar a la mayor parte de la aurícula izquierda definitiva. En la quinta o sexta semana, dos septos, el septum primum y el septum secundum, crecen hasta separar la aurícula derecha de la izquierda. Estos tabiques se encuentran perforados por dos orificios escalonados que permiten la derivación sanguínea de derecha a izquierda durante la gestación. Las válvulas auriculoventriculares bicúspide y tricúspide también se desarrollan durante la quinta y sexta semana. Mientras el corazón experimenta una remodelación que alinea correctamente las aurículas y ventrículos, y a estos con sus respectivos tractos de salida, la base del bulbo cardíaco se expande y da lugar al ventrículo derecho y durante la sexta semana, un tabique muscular interventricular separa los ventrículos. Por ultimo, durante la séptima y octava semana, el tracto de salida del corazón experimenta un proceso de tabicación y división que lo transforma en la aorta ascedente y tronco pulmonar, que se encuentran separados y dispuestos de modo helicoidal, durante este proceso varias proyecciones del tronco arterioso originan las válvulas semilunares de la aorta y del tronco de la pulmonar. El septa conotruncal también crece hacia los ventrículos hasta completar la tabicación ventricular.
 
   
 
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