Desarrollo Embrionario
  17.- Desarrollo fetal
 

 

En el ser humano, el periodo de gestación, desde la fecundación hasta el nacimiento, dura normalmente 266 días o 38 semanas. El periodo comprendido desde el final de la tercera semana hasta la octava semana constituye el periodo embrionario durante el cual se forma la mayoría de los órganos principales. El resto de la gestación constituye el periodo fetal, que está dedicado principalmente a la maduración de los órganos y al crecimiento. Por convenio, el periodo gestional, de nueve meses de duración, se divide en tres trimestres. Aun nacidos antes de las 28 semanas presentan grandes dificultades de supervivencia, debido principalmente a la inmadurez pulmonar.
Desde el final de la tercera semana hasta el nacimiento, el feto recibe los nutrientes y elimina los desechos metabólicos a través de la placenta, un órgano que posee componentes tanto maternos como fetales. La placenta madura consta de un conjunto de vellosidades fetales que se proyectan en el espacio intervelloso, recubiertas de sincitiotrofoblastos fetal y rellenas de sangre materna. La sangre fetal de los vasos de la vellosidad intercambia sustancias con la sangre materna, a través de la pared de la vellosidad, sin embargo, el intercambio de nutrientes no es única función de la placenta este órgano también secreta una plétora de hormonas, incluyendo los esteroides sexuales que mantienen la gestación. Los anticuerpos maternos atraviesan la placenta y penetran en el feto proporcionando protección contra las infecciones, tanto fetales y como neonatales. Sin embargo, también pueden atravesar la placenta elementos teratógenos y algunos microorganismos. La placenta crece junto con el feto; el nacimiento, su peso es aproximadamente un sexto del peso del feto.
El desarrollo de la placenta comienza cuando el blastocisto en proceso de implantación induce la reacción decidual en el endometrio materno, provocando la transformación del endometrio en un tejido muy vascularizaqdo, repleto de nutrientes, denominado decidua. en el segundo mes, el embrión en desarrollo comienza a crecer hacia la luz del útero. El lado del embrión que progresa hacia el útero se recubre con una fina capsula de decidua, denominada decidua capsular, que desaparece posteriormente, a medida que el feto rellena la cavidad uterina. La decidua que subyace al polo embrionario de inserción se denomina decidua basal, que forma la cara materna de la placenta en desarrollo. El resto de la decidua materna se denomina decidua parietal.
El espacio intervelloso de la placenta se origina en el interior del sincitiotrofoblasto, a modo de lagunas que se anastomosan con los capilares maternos y se rellenan con sangre materna, a las 10 semanas. La vellosidad primaria crece desde el corion fetal hacia el interior de estos espacios. Cada vellosidad posee un núcleo central de mesodermo extraembrionario, que contiene vasos senguineos, y una cubierta externa de dos capas, una de citotroflblastos y otra de sincitiotrofoblasto,. Inicialmente, las vellosidades cubren todo el corion pero, al final del tercer mes, se limitan a la zona del polo embrionario, que se convierte en el emplazamiento de pla placenta madura. Esta parte del corion se denomina corion frondoso. El resto, corion liso, es el corion leve. Las vellosidades continúan creciendo y ramificándose durante la gestación. El espacio intervelloso se subdivide en quince a veinticinco compartimientos, denominados cotiledones, separados parcialmente por paredes cuneiformes de tejido denominadas tabiques placentarios, que crecen hacia el interior desde la cara materna de la placenta. Los gemelos humanos, formados a partir de la escisión temprana de un único embrión, pueden compartir las membranas fetales en distinto grado. Por el contrario, los gemelos formados por la fecundación de dos ovocitos se implantan siempre por separado y desarrollan membranas fetales independientes.


 
 
   
 
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